"Hay que demolerla", fue el pronóstico que dio el presidente del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina, sobre la Primera Confitería del cerro San Javier si es que se pretende explotar comercialmente a la zona.
"Es un punto turístico de alto interés, pero teniendo en cuenta el deterioro que sufrió el edificio es difícil hacer una remodelación", aseguró el funcionario, y agregó que "se debe demoler y reconstruir un lugar con las mismas características californianas".
El lugar que supo brillar hace más de dos décadas hoy se encuentra abandonado y bajo el amparo de la Ley de Patrimonio Cultural. Giobellina comentó durante una entrevista con "Las 12 en 30", el noticiero del mediodía de LA GACETA, que espera que se saque esa protección "porque hay muchos interesados en explotar turísticamente al lugar".
El edificio se encuentra situada a la vera de la ruta 338, en el camino hacia San Javier. Fue inaugurada el 22 de mayo de 1938. Le pusieron de nombre Parque Aconquija, pero la gente la llamaba primera confitería, puesto que era la escala inicial hacia la hostería en la cima del cerro.
Una tesis exhibe cómo podría quedar la Primera Confitería
El inmueble formó parte del programa de obras públicas de los gobiernos de Miguel Campero y de Miguel Critto. El objetivo -en aquellos tiempos- era la conquista de la montaña. Cuando las preferencias del público declinaron, la construcción se deterioró. En 1990 decidieron clausurarla.
Desde entonces es protegida por la mencionada ley. En el último informe de la Comisión de Patrimonio indica que esa confitería es representativa de la arquitectura pública que se realizó en Tucumán entre las décadas del 30 y 40. Constituye un ejemplo de la conquista del cerro que llevó adelante el ex gobernador Campero para alentar el turismo, sostiene otra parte del escrito.